jueves, 6 de mayo de 2021

VE(I)NTE CONMIGO

Dicen que para escribir sobre el amor, 
hay que estar enamorada
o tener el corazón muy roto.

Siempre he pensado
que lo mío era coger los pedazos;
apretarlos fuerte entre mis manos hasta que me sangraran en forma de tinta
y el resultado de esto llamarlo: "poesía".

Sí, "poesía"... o dicho de otro modo;
"Por si acaso aparecías."
Poesía son tus labios hagas lo que hagas,
cuando me susurras, 
me besas,
o peleas en llevarme la contraria.

Poesía es entender que,
cuando duermes a mi izquierda, el Sol sale por el Oeste,
que el Norte, lo perdí desde el momento en que me sonreíste al Sur de mi cadera
y, desde entonces,
no hay nada que me (R)Este.

Poesía es elegirte veinte veces,
durante más de veinticuatro horas al día,
por encima de veinte billones de personas
en cada una de las veinte vidas que me quedan para regalarte.
Veinte veces tú,
Veinte veces yo contigo,
VE(I)NTE,
VENTE, 
VEN.









martes, 22 de septiembre de 2020

(L)AZAR

"𝐺𝑢𝑎𝑟𝑑𝑒𝑚𝑜𝑛𝑜𝑠 𝑢𝑛 𝘩𝑢𝑒𝑐𝑜..."


Me llamó "chica del ladrillo visto" 
siendo él quién me convertía en monumento
y como no me gusta hablar de fachadas,
debo decir que lo mejor de él,
lo tiene dentro.

Yo, creyéndome poeta, lo llamé (l)azar.
Quizá por jugar con su nombre,
quizá por la cantidad de circunstancias imprevisibles
o fue quizá porque sin ser cuerda
 ̶n̶i̶ ̶t̶a̶m̶p̶o̶c̶o̶ ̶e̶s̶t̶a̶r̶ ̶c̶u̶e̶r̶d̶o̶
me sentía libremente enlazada.

Fue sus ganas de comerse el mundo
como si fueran palomitas,
que si era él quién las "miraba"
yo también me haría la rebelde y saltaría.

Fueron los dos lunares de su cara
las mil arrugas de sus ojos cuando sonríe,
su voz cantando carnaval
y su alergia a la uva
con lo bien que le queda el "vino".
Vino y no vuelve porque no se va
aunque yo por si acaso,
le protejo
su hueco.

miércoles, 17 de junio de 2020

Coraz(ó̶n̶)a

No es que todo fuera rápido o lento, 
es que nunca dejaste que fuera a su ritmo.
Mientras yo tenía el pie en el acelerador
dispuesta a avanzar a cualquier parte,
tú sujetabas el freno de mano
pararando de golpe mis intentos inútiles de intentarlo.


Ese fue el problema;
que tú ibas "con cuidado"
y yo iba a "cuidarte"
aún sabiendo que tu sonrisa
era la curva de un precipicio precioso del que sabía que no saldría con vida.
Y yo, aún con vértigo de otras caídas,
me lancé cual suicida dispuesta a morir.


Con la cara llena de golpes,
los ojos llenos de agua salada por una playa distinta a las de Cádiz
y mis alas cansadas de haber intentando salvarme antes de chocarme,
entendí que tú ya no eras tú
y a decir verdad, yo tampoco.


Quédate con el café de mis ojos,
con las despedidas eternas diseñadas para que no te vayas,
con la bso de nuestras risas al unísono,
con que pude mimarte mucho más que la piel
y sin embargo, faltó valor.


El mismo valor que a mí ahora me sobra para elegir(t)me,
para que mis ojos vuelvan al invierno
y el frío traiga de nuevo mis tormentas.


Sálvate tú, yo ya no puedo.


viernes, 1 de mayo de 2020

Detrás de los cristales.

Lo vas a entender cuando ya no esté,
cuando de repente un día busques mi dulzura
y te topes con la amarga indiferencia que me has dedicado.

Lo vas a entender cuando nadie quiera escucharte,
cuando ninguna otra persona pause a su artista favorito
porque está sonando tu voz.

Lo vas a entender cuando veas mi hueco en tu cama,
quieras y no puedas acordarte de mi perfume un viernes de madrugada.
Cuando nadie te desnude para hacer el amor.
Y no hablo de quitarte la ropa.

Lo entenderás cuando te acaricie otra piel,
otra que no estudiará astrología en tus lunares
ni te comparará los moretones con puestas de Sol.
No, olvídalo.

Entenderás como incluso sin uñas,
intenté quedarme aferrándome a un pasado
que no tenía cabida en tu presente.
Aún sabiendo que te arrepentirías 
y me buscarías en tu futuro.

Pero hoy no, hoy no lo entiendes
porque todavía me tienes,
porque a un paso de decir "me voy",
mis sentidos me han dado la espalda
mientras yo imagino que recorro la tuya.
Hoy quizá no, 
pero mañana
t̶e̶ me prometo que no volveré.

jueves, 19 de marzo de 2020

Estado de (al)arma



C  uéntame historias y déjalas a medias por tus ganas de partir las mías.
U  sa tu boca como instrumento, arma o artefacto contra mí, me o conmigo.
A  sesina cada intento inútil de mis manos en desgarrar la sábana y no tu piel.
R  eza al mismo "Dios" que mi boca pronuncia cada vez que te acercas.
E  riza cada miedo e inseguridad de las que jamás te voy a hablar,
N  o sin un bueno vino de por medio.
T  atúame tus dientes en el rincón más escondido de mi mente, muérdemela,
E  scucha y observa lo que hay en ella pero no trates de entenderla ni de entenderme.
N  o te atrevas a salir de mi encierro hasta que todo esto haya;
 cabado.


martes, 10 de marzo de 2020

Verso acabado. Punto.

Te lo hubiera dado todo;

Es más,
hasta me hubiera clavado mis espinas
con tal de que tú solo obtuvieras la rosa.
Te hubiera dado la paz de mi guerra
a pesar de que siempre me haya
acojonado eso de salir de mi trinchera.
Me hubiera creído rompeolas o malecón
por el simple hecho de que a tus ojos
no les alcanzara la salina.
La misma sal que escuece cuando muere en una boca que no es la mía.

Te hubiera dado veranos fugaces,
acabados por la caída de nuestra ropa
como las hojas en otoño.
Y te juro por Dios que nunca sentí que
fuera invierno en tus (a)brazos de primavera.
Aunque mi estación favorita siempre fue
en la que te encontraba.

Te hubiera dado todo
Te hubiera dado
Te hubiera
Te



Te quise.

domingo, 26 de mayo de 2019

Tan fría que quema:.

No soy tu pasatiempo,
Ni tu entretenimiento mientras le dedicas suspiros a una boca que no es la mía.
Ni tu mono de feria,
Ni tu patio de recreo,
Mucho menos tu juguete.
Ni siquiera tu postre, aunque haya personas que no se coman el segundo plato porque prefieren el dulce.

Lo que sí soy es un misterio,
Un jeroglífico indescifrable y desordenado, tan desordenado como esto que pretendía ser un poema.
Soy Roma... No. Soy Palmira porque ni las ruinas me quedan.
Desastre, catástrofe, calamidad..
Como un tornado que pretende arrasar con todo. Eso sí, con un nombre paradójico como el de "Esperanza".
Esperanza.. já, a ver quién es la primera persona en perderla.


Probablemente yo, porque a PERDER nadie me GANA.
Mujer de extremos,
Revolucionaria,
Del todo o del nada pero nunca de medias tintas.
La puerta, si te vas, me la cierras.
Encajada me entra aire y, aunque yo siempre he sido más de frío, ojalá hubieras aportado algo de calor.