Siempre he pensado que la gente que sale de tu vida, sin porqués y sin más, deberían pagar una especie de multa. ¿Porqué eso es lo qué pasa, no? Que sólo les duele perder lo que les ha costado dinero. Así, quizá, puedan empatizar el vacío de sus bolsillos con lo vacío/a que se siente alguien a quién han dejado.
Muchas personas se llenan la boca de "para siempres" y de "jamases" que siempre terminan y que jamás se cumplen. ¿Curioso, no?
-He visto matrimonios que juraban fidelidad eterna delante de Dios y de un altar y luego se iban con el primer demonio que les prometía el paraíso.
-He visto a padres y madres diciéndole a su hijo "que lo más importante que hay en la vida es la familia" y tiempo después parece que él único que recuerda la frase es el hijo porque ellos la olvidaron.
-He visto a personas despedirse en un aeropuerto prometiéndose que volverían a verse y sin embargo, una de ellas sigue esperando a que eso suceda.
-He visto a amigos que lloraban, reían y se contaban sus secretos, asegurando que no se lo contarían a nadie, para luego no haber nadie a quién no se lo contaran.
Y te he visto a ti, que ahora actúas de una manera que desconozco por completo y te justificas con la frase "es que yo soy así", si eres así ¿Quién eras cuándo nos conocimos? Aún no te has ido pero estoy sintiendo cómo te vas, quizás, porque estás haciendo mucho ruido al marcharte y bien sabes que no me gusta el ruido si no es con la intención de querer quedarte. No te voy pedir que te quedes, yo no obligo a permanecer a nadie, eso sí, cuando te vayas, acuérdate de pagar la multa.
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