La vuelta al mundo por 16 películas.

Dicen que el Amor es ciego, por eso, cuando nos enamoramos vamos con una venda en los ojos que nos impide ver los defectos de la otra persona, y yo, te juro que hice Lo imposible para deshacerme de tu vendaje y no fue fácil, lo reconozco.

Estoy bebiendo de una botella que te dejaste, es lo único que me queda tuyo, junto con tus promesas, tus mensajes, tus poemas y aquel Paseo para recordar en el que quise dártelo todo. Y, después de darte mi alma, caí en la cuenta de que las coleccionabas, ya tenías 7 almas más y una mujer completa menos.

Siempre pensé que eras especial porque me hacías volar sin necesidad de tener alas, así como lo hacía Peter Pan y pongo este ejemplo y no el de Dumbo, por ser mi película Disney favorita.

Ya sé que acabas de enterarte y no me extraña, lo sabrías si te hubieras parado algún momento a escuchar mis gustos, aunque eso fuera Misión Imposible para ti, estabas demasiado preocupado en prometerme "Desayunos con diamantes" que acabaron siendo desayunos "Sola en casa" porque si algo se te daba bien, era sin duda el hecho de ausentarte. 

Hablando de promesas, querías bajarme la Luna para que nunca estuviese sola por las noches, y no entendías que yo no quería la Luna que yo me conformaba en pasar la noche contigo y estar los dos Bajo la misma estrella.  Por cierto, ¿Dónde están los 300 inviernos que me juraste pasar a mi lado? ¿Y las sonrisas que ibas a sacarme Todos los días de mi vida? ¿Y las 50 primeras citas que íbamos a tener hasta que consiguiera recordar todas las arrugas de tus ojos cuando ríes?

Te saliste con la tuya, me aprendí esas arrugas como quién se aprende la tabla de multiplicar y solo quiero olvidar el hecho de que 2 por 2 son 4 arruguitas tuyas. Ahora estoy En busca de la felicidad que no supiste darme y si no te importa, me gustaría recuperar mi tiempo perdido, mis Sonrisas y (mis) lágrimas y todo lo que me pertenece, entre otras cosas, mi alma.

Aún así no es tu culpa, es la mía, por enamorarme del iceberg con el que se chocó el Titanic y, a pesar de todo, yo seguiría girando el timón con tal de chocarme contigo.

Corazones de papel.

Coges un papel del suelo, lo deslizas entre tus manos y juegas con él.
Lo doblas, lo doblas y vuelves a doblarlo.
Yo, curiosa e ingenua, te observo y veo como el papel va tomando forma,
te sonrío y me estiro en el sofá,
cuando terminas me lo entregas, es un corazón con una "E" en la esquina superior.
Te miro a los ojos, me río y guardo tu obra de arte en el bolsillo.
Tú, nervioso e incrédulo me dices:
"¿Qué? Ningún corazón roto tiene una forma perfecta"
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Miro el cielo gris, no está lloviendo fuera, sí en mis pestañas,
me muerdo el labio ahogando un grito de desesperación,
meto mi mano en el bolsillo de los pantalones y saco un pedacito de papel arrugado y de tacto rugoso y áspero por la lavadora, me pregunto mentalmente qué será y cuánto tiempo lleva ahí metido.
Lo observo detenidamente y veo una "E" y es entonces cuando entiendo que nuestra historia sólo tiene sentido al revés;
Te doy mi corazón y tú te ríes, le das forma, lo doblas una y otra vez, juegas con él y lo deslizas entre tus manos para terminar tirándolo al suelo.
 "¿Qué? Ningún corazón perfecto puede no estar roto."

VACÍOS

Siempre he pensado que la gente que sale de tu vida, sin porqués y sin más, deberían pagar una especie de multa. ¿Porqué eso es lo qué pasa, no? Que sólo les duele perder lo que les ha costado dinero. Así, quizá, puedan empatizar el vacío de sus bolsillos con lo vacío/a que se siente alguien a quién han dejado.
Muchas personas se llenan la boca de "para siempres" y de "jamases" que siempre terminan y que jamás se cumplen. ¿Curioso, no?

-He visto matrimonios que juraban fidelidad eterna delante de Dios y de un altar y luego se iban con el primer demonio que les prometía el paraíso.
-He visto a padres y madres diciéndole a su hijo "que lo más importante que hay en la vida es la familia" y tiempo después parece que él único que recuerda la frase es el hijo porque ellos la olvidaron.
-He visto a personas despedirse en un aeropuerto prometiéndose que volverían a verse y sin embargo, una de ellas sigue esperando a que eso suceda.
-He visto a amigos que lloraban, reían y se contaban sus secretos, asegurando que no se lo contarían a nadie, para luego no haber nadie a quién no se lo contaran.

Y te he visto a ti, que ahora actúas de una manera que desconozco por completo y te justificas con la frase "es que yo soy así", si eres así ¿Quién eras cuándo nos conocimos? Aún no te has ido pero estoy sintiendo cómo te vas, quizás,  porque estás haciendo mucho ruido al marcharte y bien sabes que no me gusta el ruido si no es con la intención de querer quedarte. No te voy pedir que te quedes, yo no obligo a permanecer a nadie, eso sí, cuando te vayas, acuérdate de pagar la multa.

Imanes con los polos quemados

Lo nuestro no iba a funcionar, lo sabía desde el principio. Yo era un cactus y tú un globo atraído hacia mis espinas, tú tenías un corazón puro y bonito y el mío estaba protegido con púas por si alguien se atrevía a acercarse lo suficiente. Yo era el gato negro que se cruzaba por delante de la gente e iba rompiendo espejos, sin embargo tú... tú eras la herradura, la mano de Fátima y el trébol de cuatro hojas que la gente ansiaba tener. A mí me gustaba ir despacio, pasear y contemplar los paisajes y a ti te gustaban las prisas porque pensabas que la vida era demasiado corta como para pararse a admirar los paisajes. ¡Qué imbécil! ¿Pero cómo no iba a querer ir despacio? necesitaba más tiempo para admirar las vistas. Y no, no me refiero a las vistas de la ciudad sino a lo bonito que se ve el mundo desde tu hombro.
No funcionó y maldigo a aquel que dijo un día "Los polos opuestos se atraen" y no contó con que tantas diferencias también hacen que se repelan.

Ahora que no estás, te quiero contar que si no me ves es porque estoy yendo deprisa a cualquier lugar para hablarle a la gente de las vistas tan pobres que tiene la ciudad.

Miradas