Nos pasamos toda la vida buscando a personas o cosas, cosas que perdemos, cosas que nunca llegan o cosas que solo existen en nuestra imaginación. Mi madre de pequeña siempre me repetía un refrán que era... "quién busca, halla". A mí se me quedó grabado ese refrán, cada vez que perdía mis juguetes me acordaba de la maldita frase y comenzaba a buscarlos, a veces con éxito y otras sin él. A medida que fui creciendo me di cuenta de que el refrán no era del todo cierto, no valía para todo.
Me había pasado 3 años de mi vida buscando a una persona que jamás iba a regresar, desanimada y abatida por mi estúpida búsqueda sin resultados, me di cuenta, entonces, que las mejores cosas que te pasan en la vida llegan sin buscarlas, sin planearlas y sin aviso.
Era 9 de Enero, en un día que parecía ser normal... cuando de repente llegaste tú, y, sin buscarte, me adornaste de flores y de brisa primaveral. Yo, pasaba directamente del invierno al verano, y, llegas tú y me enseñas que la primavera tiene nombre de persona << Celia >>, llegas quitando el frío con tu magia, envolviéndome y mimándome con el calor de tus palabras mimadas al milímetro. Llegas enseñándome la importancia de la palabra AMISTAD y no satisfecha con ello me enseñas que no necesito ver a alguien todos los días para quererlo. Con apenas 17 añitos me has enseñado muchísimas cosas, graduándote con matrícula de honor en mi vida. No tengo suficientes palabras para agradecerte todo lo que has hecho por mí, por secar mis lágrimas, por los abrazos que dan la vida, por hacer que me reía cuando no tenía ganas, por preocuparte, por la especial dedicación, por protegerme, por dejarme entrar en tu vida, por quedarte a mi lado, pero sobre todo, gracias por enseñarme que el refrán era absurdo.
Por ser mi mejor amiga y también lo mejor del mundo. Feliz 9 de Julio.
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